La gripe está causada por el virus Influenzae, del cual los grupos A y B son los responsables de causar las epidemias en nuestro entorno. Y si, los niños si tienen gripe. Este virus ataca tanto a niños como adultos, de hecho, son los menores de 15 años los que presentan mayores tasas de contagio, aunque en este grupo de edad las complicaciones graves y la mortalidad es mucho menor que en personas mayores y grupos de riesgo.

Los síntomas que produce esta infección son sobre todo fiebre y malestar, que puede ir asociada a mocos, tos, dolor de cabeza o de garganta… como podéis ver todos ellos síntomas comunes a muchas de las infecciones de niños durante esta época.

Probablemente lo estéis pensando…y si, también síntomas compatibles con la Covid-19. Ahora mismo no tenemos una forma de realizar en diagnóstico diferencial entre la gripe y la Covid- 19 únicamente por los síntomas. Afortunadamente sí podemos decir que ambas patologías suelen cursas de manera leve en la edad pediátrica.

Aprovecharemos esta entrada para recordar que la gripe común no se trata con antibióticos, el tratamiento es para controlar los síntomas. Los antibióticos no son útiles ni necesarios para controlar una infección causada por un virus, y sólo serán necesarios en caso de sobreinfección, y precisarán valoración y prescripción por parte del pediatra.

Entremos en materia de vacunas… ¿qué dicen las recomendaciones actuales a cerca de la vacunación de la gripe en niños?

El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría focaliza la recomendación de administrar la vacuna antigripal a niños con patologías para los que suponga un riesgo añadido el virus de la gripe, como enfermedades respiratorias, neurológicas, oncológicas, prematuridad, patologías renales, celiaquía o trastornos genéticos entre otros. Se incluye en la recomendación a los familiares convivientes de niños con dichas patologías para ayudar a protegerles.

Además se han añadido este año 4 nuevas recomendaciones para los siguientes grupos:

• Enfermedad respiratoria crónica (p. ej. FQ, displasia broncopulmonar, bronquiectasias, asma, hiperreactividad bronquial, secuelas respiratorias de casos graves de COVID-19).

• Enfermedad neuromuscular crónica y encefalopatía moderada o Condiciones que comprometen la función respiratoria y el manejo de secreciones (traqueostomía, ventilación mecánica); secuelas de casos graves de COVID-19.

• Niños y adolescentes (de cualquier edad, a partir de los 6 meses) institucionalizados o tutelados por la Administración.

• Puerperio (hasta 6 meses) si la madre no fue vacunada en el embarazo.