Las enfermeras apoyan la obligatoriedad del uso de las mascarillas en centros sanitarios

El Consejo General de Enfermería (CGE) se posiciona a favor del uso de la mascarilla como medida preventiva temporal en centros sanitarios y en espacios con aglomeraciones para minimizar el pico de contagios por infecciones respiratorias previsto para los próximos días después de las fiestas navideñas.

A pesar de la falta de consenso en el seno del Consejo Interterritorial, el Consejo General de Enfermería de España (CGE) coincide con el Ministerio y algunas CCAA en la necesidad de recuperar el uso obligatorio de la mascarilla “de manera transitoria” en los espacios sanitarios y sociosanitarios debido al aumento extraordinario de casos de virus respiratorios como la gripe y el COVID-19. Con los índices de contagios disparados y la presión asistencial de los hospitales y centros de salud incrementándose día tras día, desde el organismo que regula la profesión enfermera se hace un llamamiento a la población para minimizar los contagios y con estos el pico de enfermedades respiratorias previsto para estos días tras las fiestas navideñas.

El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, hace un llamamiento a las distintas autoridades sanitarias autonómicas “para dejar de lado las diferencias políticas y aprobar esta medida sanitaria, eficaz y de fácil aplicación, que redunda en beneficio de la sociedad y del sistema sanitario español”.

La experiencia vivida con la pandemia ha demostrado que el uso responsable de mascarillas disminuye notablemente los contagios y ayuda a salvar vidas. Pérez Raya hace un llamamiento a la responsabilidad individual e insta a cuidar entre todos de las personas más vulnerables como ancianos, pacientes oncológicos, mujeres embarazadas y niños. “Debemos poner todos de nuestra parte y normalizar el uso de la mascarilla en momentos puntuales de alto riesgo de contagio como el actual”, apunta.

Vacunación

Además de la vuelta de las mascarillas, el CGE destaca que es incluso más importante potenciar la vacunación y continuar inmunizando a la población, ya que después de unos años muy buenos, se ha comprobado que la tasa de vacunación de gripe y COVID-19 ha disminuido acercándose a los niveles prepandémicos. “Está más que demostrado que la vacunación funciona y, si bien no evita el contagio, previene complicaciones en el curso de la enfermedad. No podemos bajar la guardia en este sentido. La fatiga pandémica que nos ha dejado el COVID-19 ha penalizado a la campaña de vacunación de la gripe de este año. De hecho, los datos de 2022 ya indicaban un menor número de personas vacunadas frente a gripe que en 2021 y a falta de datos definitivos, nos tememos que los datos del 2023 serán peor aún. Este año, que se ha comenzado a inmunizar frente al Virus Respiratorio Sincitial (VRS), han disminuido los ingresos de niños en los hospitales, lo mismo ocurrirá si aumentamos el número de personas vacunadas frente a gripe, las vacunas funcionan y ayudan a controlar estas infecciones respiratorias”, subraya Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera, el organismo de investigación del CGE.

Asimismo, insiste en que todavía se puede vacunar a la población y mejorar las tasas. “Tenemos que ponernos como deberes para el próximo año que esto no vuelva a suceder. Las ratios de vacunación tienen que crecer, llevamos meses de campaña y el año que viene hay que trabajar mucho la comunicación y la educación en salud para que las personas que tienen indicada la vacunación antigripal y antiCOVID acudan a sus centros de salud a ponérselas. Desde Atención Primaria las enfermeras juegan un importante papel y podemos hacer una captación activa para que aumente la vacunación porque se está comprobando que, después de un año 2021 muy bueno, empiezan a no acudir para vacunarse”, finaliza Fontán.